(c) El problema de las pensiones agrarias II
Otra cuestión relacionada con la entrada anterior, es el hecho de saber si una economía de subsistencia puede generar el excedente necesario para crear una pensión. Dentro de una economía de competencia perfecta, el salario o cantidad retribuida al empresario agrícola para su actividad tiene que diferenciarse de las cotizaciones a la seguridad social ya que contablemente estas cotizaciones se consideran un gasto. Sin embargo, el concepto economía de subsistencia no está claro y actualmente la pensión generada podría ser también de subsistencia.
En la entrada anterior determinaba que la pensión de un colectivo bastante amplio de agricultores, desde luego, no mayoritario, era insuficiente para mantener un nivel de utilidad estable a largo plazo, considerando el largo plazo, desde el momento de jubilación hasta la defunción. La pensión, en cualquier caso, es establecida por el mercado de trabajo y las razones de esta insuficiencia tiene que encontrarse en este mercado. Las personas que trabajan en el sector agrario lo hacen normalmente con una baja cualificación y con escasa utilización del progreso técnico. Nos encontramos ante actividades muy cercanas a aquellas llamadas ecológicas. Estas personas, en una gran mayoría, solamente tienen estudios básicos por lo que el tipo de interés en el mercado de trabajo no puede ser muy alto.
Sin embargo, la pensión que determina el mercado de bienes y el mercado monetario, es suficientemente alta como para que la pensión monetaria, la cantidad que reciben al jubilarse alcance una cifra modesta pero suficiente para realizar pagos básicos. Lamentablemente el mercado de trabajo determina una pensión menor y estas personas tienen que continuar, en parte, con su actividad agraria, en algunos casos hasta edades avanzadas. Otra causa de una baja pensión real no monetaria es el hecho de que la oferta laboral, cuando aumenta el salario, no aumenta, lo que significa una pendiente muy rígida.
El campo atrae cada vez a menos personas y esto supone su mecanización y la concentración con aumento de la dimensión de las explotaciones. El pequeño agricultor ganadero no puede competir con las grandes explotaciones agrícolas y su lugar está siendo ocupado por agricultores con mayor número de cabezas de ganado y mayor superficie de tierras. El minifundio sigue existiendo pero las pequeñas tierras se arriendan, normalmente a unos pocos agricultores o ganaderos.
Estos casos, suponen, también que las pensiones de otros colectivos relacionados con otros sectores no básicos o primarios, pasan a depender de las generaciones futuras, por encima de lo deseable, lo cual representa una situación injusta causada por la mayor longevidad de las personas y una incapacidad de analizar y reformar el sistema de pensiones.
Doy por finalizada esta entrada. 29/08/2018
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