(c) El problema de la apocalipsis VIII
Una progresiva extinción planetaria supone también el principio de la extinción de la raza humana. Un equilibrio termodinámico local dentro de la galaxia representa que solamente algunas estrellas alrededor de nuestro sol han observado cómo algún planeta ha renacido de sus cenizas. Es lo que podría denominarse un apocalipsis local y también una regeneración local. En este caso el apocalipsis de estas zonas supone la desaparición de la raza inteligente ya que el tiempo de evolución no es suficiente para conseguir el nivel técnico científico para abandonar el sistema solar y encontrar una nueva estrella en ésta u otra galaxia similar al Sol.
Evidentemente no puede descartarse que alguna civilización inteligente dentro de un equilibrio local de corta duración relativamente a la vida de una galaxia, haya conseguido sobrevivir a un apocalipsis. Dentro de este apocalipsis, la religión o los individuos claves de las religiones cobran una importancia vital, de acuerdo con ciertas visiones artísticas. La inteligencia y la ciencia se concentran en dichas figuras para lograr la supervivencia como un objetivo planetario. Esto supone pensar que la ciencia puede fragmentarse y también unificarse, como si fuera arcilla.
Un apocalipsis es, casi siempre, un momento de unificación de conocimientos científicos. La extinción planetaria supone una involución con aumentos de presión de la atmósfera. Posiblemente, el hombre o la raza inteligente se defiende con nuevos inventos y tecnología. Sin embargo, el mundo animal y vegetal responden con mutaciones genéticas que les transportan al pasado, al renacimiento del planeta Tierra después de la primera destrucción apocalíptica.
Los animales cuando aumenta la presión mutan creando pieles más duras en algunos casos o aumentando el grosor de sus caparazones como los trilobites en el Cámbrico. La fauna y flora tal y como los conocemos desaparecen. Las presiones nucleares aumentan y las presiones superficiales disminuyen. Los árboles gigantes y animales como dinosaurios podrían de nuevo aparecer con una nueva geomorfología o modificación de ríos, mares y cordilleras.
Teóricamente una política mundial de supervivencia no se consigue ya que el mundo se divide de acuerdo con las religiones mundiales. Es, desde luego cierto que la supervivencia depende de nuevo de la variable tiempo. Aunque parece que un sistema solar crea modelos deterministas, la capacidad y el trabajo del hombre modifica los éxitos o fracasos de la propia evolución.
Doy por terminada esta entrada. 26/11/2015
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