(c) El problema de la arquitectura rural V
La arquitectura rural también puede entrar en conflicto con las jerarquías sociales rurales e incluso con los representantes de la comunidad. En zonas rurales, las personas con más poder pertenecen a oficios tradicionales, por lo que el médico, el sacerdote, el militar y el juez de paz o el alcalde, serán junto al terrateniente del lugar, las personas que detentan el poder dentro de una zona rural. Una arquitectura rural o las profesiones de las personas que quieren vivir en el campo pueden entrar en conflicto con la jerarquía de poder tradicional y conservador.
Eludir dichos conflictos mediante una arquitectura que sea capaz de articular todos los intereses, incluidos los propios, es un reto o debería ser un reto para cualquier arquitecto o constructor. La casa de campo tiene que admitir el poder que nace de la tradición y las costumbres, y la jerarquía social tiene que aceptar un nuevo miembro en la comunidad. La casa de campo no puede ser muy lujosa si la iglesia es modesta o no puede ser modesta si la iglesia es lujosa. Las iglesias españolas en zonas rurales suelen datar del siglo XVI e incorporan todas las culturas que se asentaron en la zona en el pasado.
Si queremos construir una casa de campo con elementos árabes, romanos o celtas, tendremos que indagar algo en la historia del entorno. Sin embargo, no podremos incorporar dichos elementos si la iglesia de la zona ya los ha incorporado. Tampoco podrá una casa de campo incorporar una arquitectura que fomente la rivalidad, ataque el conservadurismo de la zona o establezca nuevos modelos culturales. Las cosas nuevas están bien en la ciudad pero el campo raramente acepta estilos o arquitecturas novedosas o revolucionarias.
Por ejemplo, en las poblaciones rurales pequeñas existen canalizaciones de agua corriente pero pocas veces se construyen canalizaciones de drenaje como una red de alcantarillado. Estas construcciones son típicas de la ciudad y en el campo el agua se mueve por caminos naturales o a través de calles con ligeras inclinaciones en forma de v. La arquitectura de la ciudad se mueve hacia unas estructuras familiares que pueden romperse, separaciones, divorcios...etc. Una arquitectura rural que fomente o posibilite las rupturas familiares está condenada al fracaso y al abandono.
Tampoco se podrá construir una casa de campo que parezca un fortín o con elementos de arquitectura militar ya que entraremos en conflicto con las personas que representan dicho poder.
Doy por finalizada esta entrada. 15/03/2016
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