(c) El problema de la arquitectura rural VIII
Ciertamente, la vida en el campo, la vida contemplativa dentro de una zona rural para una persona jubilada, supone casi siempre el inicio de un conflicto. Una persona después de conseguir una pensión de jubilación en alguna empresa se encuentra con dificultades insalvables para vivir de forma permanente en el núcleo rural donde posiblemente nació. Para lograr vivir en una zona rural sin realizar ninguna actividad tendremos que ocupar el lugar de las personas que tradicionalmente en el campo no realizan actividad agrícola alguna, el maestro, el médico, el veterinario, el militar, el terrateniente, el alcalde, el cura o el juez.
Si el lugar es una población rural de pocos habitantes, ninguna de estas personas tendrá casa en dicha población ya que el cura realizará servicios religiosos en distintas poblaciones, el médico realizará servicios determinados días y horas a la semana y el maestro atenderá las escuelas públicas o privadas en poblaciones alejadas relativamente del núcleo rural al existir una política escolar de concentración.
La razón por la que es difícil vivir de forma permanente en el campo no está clara. La mayoría de las personas prefieren las ciudades y poblaciones costeras, incluidos los pensionistas. Soportar temperaturas altas en verano y muy bajas en invierno, carece de sentido para un jubilado si con los recursos de la pensión puede optar por lugares más calidos en verano o invierno. Sin embargo, la idea de pasar el resto de la vida en el lugar de nacimiento resulta una idea atractiva para muchas personas y aún así, hasta cierto punto, irrealizable.
Prácticamente, todas las personas que acuden a una zona rural en verano tienen alguna actividad accesoria a su estancia, la reparación de una valla, el levantamiento de una pared, la gestión de algún tipo de arrendamiento, el cuidado de un huerto...etc. El mundo rural rechaza ciertamente la inactividad excepto en los casos o profesiones ya señaladas.
Si consideramos realizar una pequeña actividad, la arquitectura de la casa posiblemente defina, la cantidad total de inversión que realicemos. De la misma forma que existía un ratio en la economía rural tradicional, valor de la casa/valor de los carros, actualmente podría existir otro ratio entre el valor de la casa/valor del tractor. Evidentemente, en el campo, los recursos para vivir en él, dependen de la actividad agrícola. La actividad agrícola crea los recursos de autoconsumo necesarios para sobrevivir en el campo y estos recursos poco tienen que ver con la economía monetaria de una pensión. Algunos bienes o servicios intrínsecos e intangibles en el campo se producen y se consumen, sin entrar en el mercado.
Doy por finalizada esta entrada. 18/03/2016
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