(c) El problema del bilingüismo
Una de las reinvindicaciones de los nacionalismos es su lengua. El lenguaje asociado a una zona geográfica define una población que fue en el pasado autónoma o tuvo un desarrollo histórico propio o único. El problema de una reivindicación política y de todas las reinvindicaciones políticas es saber si es acertada o no desde una perspectiva moderna. El lenguaje nació como una necesidad humana de comunicación. El hecho de que existan cientos de lenguajes con sus dialectos en el mundo localizados en zonas muy concretas, determina una evolución fragmentada sobre una geografía cambiante y separadora.
El aislamiento en el pasado produjo un número grande de dialectos y la unificación de estos dialectos en un sólo lenguaje, supone una involución ya que el lenguaje originariamente nace para adaptarse a nuevas revoluciones técnicas o económicas. Posiblemente, el paso desde el Paleolítico al Neolítco se produjo simultáneamente con cambios sustanciales en el lenguaje. Sin embargo, el paso fue gradual y solamente en períodos largos de tiempo se puede observar la evolución linguística. Antiguamente, por ejemplo, el sustantivo hombre se escribía sin h. Por alguna razón, se pasó de escribir ombre a escribir hombre.
Sin embargo, para todas aquellas personas que no sabían escribir, la gran mayoría en el pasado, el cambio pasó desapercibido. Un lenguaje y sus dialectos están directamente relacionados con el entorno, los procesos productivos y la forma de estructurarse una sociedad. Si intentamos modernizar o utilizar el lenguaje de los apaches, e intentamos crear una población donde todos hablen apache, posiblemente retrocedamos al pasado. Si no existe una involución es porque existe bilingüismo, medios de comunicación y de socialización como la educación que evitan una involución.
Una recuperación de un lenguaje del pasado, es, por tanto, una idea que tiene que ser sopesada y meditada, cosa que hacen normalmente los historiadores, los linguistas y otros intelectuales de las ciencias sociales. Los lenguajes del pasado están vinculados, no podría de ser de otra forma, a unas creencias religiosas y unas formas políticas. Posiblemente el abandono de un sistema político religioso, supone también el abandono de su lenguaje.
El lenguaje se aprende en la niñez y de acuerdo con los expertos, una parte del cerebro se dedica a este fin. Si recuperamos un lenguaje del pasado asociado a estructuras políticas, culturales y religiosas del pasado y lo hacemos convivir con lenguajes modernos que evolucionaron desde el latín, se podría decir que estamos creando un conflicto psicológico que si afecta a muchos individuos, produce un conflicto social.
Doy por finalizada esta entrada. 20/07/2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario