(c) El problema de la arquitectura rural IV
Evidentemente, los materiales autóctonos soportarán mejor las inclemencias del tiempo a pesar de que no siempre serán apreciados. Un espacio veraniego puede conseguirse en zonas del centro peninsular con troncos de la zona y escobillas campestre muy abundantes colocadas adecuadamente por debajo de un tejado árabe. En muchos lugares el trabajo de la madera o de carpintería son escasos, por lo que estos tejados se funden con la naturaleza y el entorno. Posiblemente, las maderas trabajadas y ensambladas sean más abundantes en el interior de las casas de campo.
Se podría decir que existe una arquitectura de izquierdas y una arquitectura de derechas, dentro de una ciudad, aunque normalmente la arquitectura rural está encaminada a lograr durabilidad, resistencia, sociabilidad y supervivencia. La jerarquía social se encuentra en las dimensiones, la calidad de los trabajos o la situación del inmueble. La arquitectura rural también puede ser válida a la hora de responder al problema de abandono de pueblos.
Las casas de campo que no son abandonadas son aquellas con espacios de sociabilidad.
En el pasado, no existía radio o televisión y las únicas formas de ocio eran las que los habitantes de una población rural se otorgaban a sí mismos. El espacio de la casa donde las reuniones se realizaban era llamada medio casa. Allí, las personas se reuníán en verano o en invierno, para contar historias, jugar, tocar música, realizar pequeñas obras de teatro, discutir sobre la cosecha, la política o el futuro. Estos espacios todavía persisten en la actualidad y suelen encontrarse en casas de campo donde toda la familia, hermanos, abuelos y nietos se reunen para pasar fines de semanas o celebrar comuniones, bodas, bautizos o cumpleaños.
Un espacio de medio casa supone, tarde o temprano, llenar la casa de visitas de parientes cercanos o lejanos y suelen pertenecer a familias con igualdad de ingresos y lazos fuertes. Suelen ser casas que conservan la arquitectura tradicional y con pocas o ninguna reforma. Sin embargo, actualmente, una casa rural puede tener funciones muy variadas. Podemos pensar en utilizar una casa de campo para realizar pequeños trabajos de fin de semana, cultivar un huerto, realizar alguna actividad deportiva, desarrollar alguna actividad intelectual como escribir o leer, conectarnos a la web, ver televisión, escuchar música o descansar con aumento de horas de sueño, observar las estrellas de noche... etc.
Cada actividad requerirá de un espacio y si esto no fuera posible habrá que crear espacios más pequeños dentro de uno grande. Evidentemente, armonizar todas las actividades dentro de un entorno natural requiere de una nueva visión de la arquitectura rural. Lo que se observa es un uso masivo de cemento y ladrillo con espacios convencionales y arquitecturas urbanas, lo cual ha supuesto un conflicto entre arquitectura urbana y rural.
Doy por finalizada esta entrada. 14/03/2016
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