jueves, 16 de marzo de 2017

(c) El problema de la apocalipsis IV
Uno de los problemas relacionados con el apocalipsis es su origen. En este sentido existen varias teorías, todas ellas relacionadas con la ciencia ficción. Una de las más populares defiende la idea de una guerra entre galaxias. Esto supone civilizaciones muy avanzadas, alianzas espaciales y armas capaces de destruir los sistemas solares durante millones de años. Otra de las teorías es el choque de la galaxia contra algún objeto o serie de objetos, lo cual produce desequilibrios en la emisión de radiación de las estrellas.

De acuerdo con la primera idea, las galaxias que nos rodean estarían también parcialmente destruidas, lo cual resulta ciertamente poco verosímil. Sin embargo, la riqueza biológica del planeta indica que la Tierra fue durante un tiempo un lugar seguro donde acudían naves de otros planetas o de otras galaxias. Esta entrada se refiere a la primera fase de vida en el sistema solar previo a un apocalipsis de un sistema de galaxias, de una sola galaxia o de un único sistema solar.

Sea como fuere, se puede decir que el hombre no puede sobrevivir por mucho tiempo dentro de un sistema solar destruido. Para sobrevivir posiblemente el hombre tiende a convertirse en un ser biónico mitad hombre mitad máquina. Esta idea supone la existencia de principios vitales o sustratos vitales dentro de un planeta habitable y podríamos acabar indagando en la dicotomía espíritu materia de la filosofía. De hecho, la conquista de la Luna de acuerdo con algunas fotografías descansa en la fenomenología del espíritu. La salud del hombre depende del planeta y sin planeta, el hombre pierde vitalidad, enferma y se extingue.

Una de las causas posibles por las que el hombre se extingue es la ausencia de ondas vitales. El planeta emite desde el interior al exterior ondas constantemente, las cuales no se producen en un planeta destruido. A pesar del desconocimiento de estas ondas vitales, se podría decir que tienen algún tipo de función. Todas las funciones vitales que dependen de estas ondas teóricamente se robotizan cuando se produce un apocalipsis. Parece ser cierto que el hombre requiere también de ciertas ondas de radiación solar natural que pueden ser biológicamente absorbidas.

Doy por finalizada esta entrada. 19/11/2015

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