martes, 28 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía XVI
Sería interesante discutir cuál es la conducta de la monarquía cuando disminuye su popularidad o cuando el país demanda un cambio en el modelo de estado. Hasta el s. XIX, todos los retratos del rey, tenían cierto carácter militar. Durante el imperio español, el rey era retratado a caballo. Alfonso XII y Alfonso XIII son retratados de pie, los dos vestidos con uniforme militar y espada. Actualmente, los retratos que llegan al gran público representan un rey vestido civilmente, con chaqueta, camisa y corbata.

El mundo militar ha dejado de representar la estabilidad monárquica o al menos se huye de una imagen relacionada con el Ejército. Es normal que el rey sea fotografiado junto a su familia en vacaciones o Navidad. Se hace una separación clara de la vida privada del rey y de su vida pública. Evidentemente, al representar al Estado, esta separación no es operativa lo que significa que su vida privada continúa influyendo en los asuntos públicos.

Las últimas noticias relacionadas con actos reales pueden tipificarse de picarescas. Alguna persona accedía a los salones oficiales sin acreditación y saludaba a los reyes como un invitado más. Descubierto por los servicios secretos, ha protagonizado chanzas públicas después de descubrirse que era un colaborador juvenil y usual del partido conservador. Los problemas de seguridad han sido una constante desde que se estableció la monarquía en España después de la muerte del dictador Francisco Franco.

El resto de las apariciones públicas del rey en organismos supranacionales, inauguraciones, empresas o instituciones no han sido especialmente relevantes exceptuando la visita de la reina a algunos colegios públicos. Tampoco los eventos reales como las bodas se han desarrollado en un marco sin problemas. La boda del rey se celebra poco después del atentado en Madrid de un presunto comando árabe contra los trenes de cercanías que dejaron más de cien muertos y unas mil personas heridas.

En los discursos reales, era normal que el rey, en aquella época príncipe, cometiera algún error como pronunciar mal alguna palabra para corregirla poco después. Estos errores continúan actualmente aunque con una menor frecuencia. Ante la pregunta básica acerca del rey como estudiante, se asegura que el actual rey fue un mal estudiante y que solamente su cargo le proporcionaba el aprobado en los exámenes.

Doy por finalizada esta entrada. 09/10/2015

lunes, 27 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía XV
La situación de la población con respecto a la monarquía es muy similar a aquella sostenida por personas que estaban contra la esclavitud. Muchos de ellos eran antiesclavistas ya que no estaban de acuerdo con un sistema así, sin embargo, no eran abolicionistas ya que la ley contemplaba la esclavitud como un régimen de propiedad. En este caso, ser antimonárquico no significa estar en contra del orden constitucional.

El párrafo anterior también puede ser útil para decir que la monarquía ha estado relacionada directamente con la esclavitud, casi siempre en las zonas conquistadas de Hispanoamérica. El 50% de los cubanos en el s. XVIII eran esclavos. Brasil, país conquistado por los portugueses, tenía la misma proporción de esclavos que Cuba. La esclavitud también estuvo vigente en el resto de países como Chile, Uruguay...etc. Simón Bolívar o Abraham Lincoln eran antiesclavistas pero no abolicionistas.

Sin duda es cierto que las herramientas de control social de la monarquía están ancladas en un pasado glorioso y también penoso, desde el punto de vista de los derechos fundamentales del hombre.

Sin embargo, el problema de la monarquía o el problema del modelo de estado no es visto por los españoles como una preocupación y tampoco es una pregunta que aparezca en las encuestas de opinión. La organización institucional de las repúblicas españolas tampoco puede considerarse muy estable y habría que analizarla con detalle. Tampoco se puede decir que la institución monárquica ocupe mucho espacio dentro de los medios de comunicación. Exceptuando algún viaje al extranjero o alguna inauguración, acto deportivo o cultural, la monarquía queda normalmente en un segundo plano.

Evidentemente, los partidos políticos son reacios a discutir un modelo de Estado en el que ellos han encontrado un espacio. Posiblemente sea esta la razón por la que el cambio de modelo de Estado significa la desaparición de los partidos políticos y sus siglas como la CEDA, el FN etc. Cada modelo de Estado crea sus propia ideología de derecha e izquierda.

Doy por finalizada esta entrada. 08/10/2015

viernes, 24 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía XIV
La situación de la monarquía al día de hoy es ciertamente precaria ya que como en economía, las personas y los agentes sociales operan en base a expectativas racionales. El simple hecho de que muchas personas crean que tarde o temprano puede llegar la república a España supone un menor apoyo a la institución monárquica. El apoyo observado a la monarquía tiene su origen posiblemente en la propia monarquía.

Alfonso XII es proclamado rey después del golpe militar del general Pavía contra el gobierno republicano en 1874. Se termina durante este período monárquico con la insurrección cubana y la tercera guerra carlista. La sustitución del rey o el nacimiento de un hijo varón se convierte en un problema desde la época de Fernando VII. De hecho Alfonso XIII es un hijo póstumo de Alfonso XII. También se duda del origen nobiliario o de su pertenencia al árbol generacional de los borbones de estos dos últimos reyes.

Durante el reinado de Alfonso XIII se produjo el golpe militar de Primo de Rivera, apoyado y aceptado por la monarquía. Durante su reinado se establece el protectorado de Marruecos después de una campaña militar. En 1937 se producen unas elecciones municipales plebiscitarias con mayoría republicana. Alfonso XIII abandona España por ausencia de apoyo. Respalda hasta su muerte la logística que posibilita el alzamiento del 36 y el inicio de la guerra civil.

En un marco tan turbulento el rey difícilmente puede reinar sino que todo su esfuerzo se concentra en demorar la llegada de la república. El final de los zares es más drástico ya que Alejandro II es asesinado por revolucionarios en 1881. Su padre planea instaurar en Rusia una monarquía parlamentaria con la liberación de los siervos. Sin embargo, todas las ideas de modernización fracasan y se inician hostilidades contra Francia. En cierto sentido, el modelo de Estado de un país que vive con instituciones feudales como Rusia, no supera el choque modernista, la industrialización y el nacimiento de la sociedad burguesa. Rusia absorbe rápidamente las ideas marxistas dentro de una expansión lenta del capitalismo y la industrialización.

Doy por finalizada esta entrada. 07/10/2015

jueves, 23 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía XIII
Las alianzas de la monarquía española con países extranjeros fueron una constante en el pasado. Sin embargo, a partir de Fernando VII y la invasión napoleónica, la monarquía se convierte en un grupo de títeres al servicio de Francia. Francia acude en ayuda de Fernando VII y también es Francia la que apoya la candidatura de su hija Isabel II de Borbón como reina de España. De hecho Isabel muere en París en el año 1904. En algunos retratos aparece como una mujer obesa de más de cien kilos.

Poco tiene que ver el reinado de Isabel II de España con su homónima británica del siglo XVI. La primera delega en ministros y consejeros. La segunda toma la rienda de los asuntos británicos con soltura y eficacia. De la primera destacan su devaneos amorosos poco acordes con la época y el cargo, la segunda las conocidas ¨poor laws", leyes dictadas contra la miseria y la pobreza. Los mecanismos de control social son desde luego distintos ya que existen más similitudes entre Francia e Inglaterra en este sentido que entre Inglaterra y España.

De todas las entradas anteriores, se deduce que la monarquía busca como primer objetivo perpetuarse en el poder y conservar el reinado. Sin embargo, la conservación del reinado no se hace tomando decisiones acertadas acerca de economía, educación, sanidad...etc. sino buscando partidarios de su causa por el mundo y acumulando poder aprovechando cualquier debilidad de la derecha o de la izquierda política. Con la revolución industrial y el ascenso de la clase burguesa, la monarquía española comienza su lento y constante declive. En próximas entradas intentaré bosquejar la situación de Alfonso XII y Alfonso XIII, últimos soberanos previos a la instauración de un período estable de república.

En términos teóricos, la vida burguesa está relacionada con el capitalismo comercial e industrial. Actualmente está relacionada con el sector servicios. Una monarquía que ha defendido poco y mal históricamente la ciencia y las aplicaciones técnicas, no pueden menos que verse rechazada por una clase social que invade todos los sectores económicos, familiares e institucionales. La clase obrera es tradicionalmente socialista y el socialismo representa el lema "a cada uno según su trabajo". La monarquía ha vivido y algunas veces sobrevivido, casi siempre, de privilegios e impuestos por lo que la relación entre socialismo y monarquía es, casi siempre, coyuntural.

Doy por finalizada esta entrada. 06/10/2015

miércoles, 22 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía XII
Una de las características anacrónicas de la monarquía es su carácter hereditario y vitalicio además de la inmunidad inherente al cargo. Históricamente, el absolutismo llega a su punto máximo en España con Fernando VII. El debilitamiento del Rey le obliga a realizar pactos con grupos de poder dentro del país. Normalmente el Rey históricamente se alía con la burguesía o la nobleza. Sin embargo, el juego de la estrategia real podría ser mayor y de mayor alcance.

Es, desde luego cierto que los conflictos no deseados por una mayoría de la sociedad, suponen indirectamente un aumento o concentración de poder real. La existencia de movimientos terroristas o independentistas, un mayor número de comunistas a favor de la confiscación de tierras y empresas o la existencia de grupos anarquistas fuertes, son suficientes para que la población transfiera más poder al monarca que representa históricamente la estabilidad y la seguridad. Para Hobbes, por ejemplo, se produce una transferencia de poder al Estado para defender derechos naturales como la paz o la seguridad.

Con la merma del poder real, la monarquía absolutista se transforma históricamente en una monarquía paternalista. El poder del rey que en la Edad Media emana de Dios y sólo a Dios responde, se diluye con el tiempo y actualmente en España, forma parte de la norma o articulado constitucional, ratificado por el pueblo en las urnas. Sin embargo, la inmunidad y el carácter hereditario siguen siendo inherentes al cargo real lo cual origina una sociedad de clases sociales cerrada. El origen o nacimiento y no el trabajo, el éxito o el fracaso de las actividades, condiciona la existencia y define la clase social.

Sin embargo, la primera constitución española de 1812 apoyada por los liberales es rechazada por Fernando VII que instaura de nuevo el antiguo régimen con ayuda de Francia y los Cien Mil Hijos de San Luis. La corona para seguir reinando requiere de apoyo militar internacional. Esta debilidad supone el inicio de la pérdida de las colonias de ultramar, como Cuba y Filipinas en el s. XIX. El rey también busca apoyo dentro de la península. Con el auge de la burguesía y la desamortización se aumentan los arrendamientos de las tierras, produciéndose el descontento de la España rural. En este caso, el campesinado apoyó al rey que representaba más derechos reales o utilidades públicas sin mayor coste.

La debilidad de la corona supone la invasión de Napoleón de la península y en las primeras fases del capitalismo mercantil, la seguridad de las transacciones. En otros casos, el rey se alía con la nobleza empobrecida y contra la burguesía, aumentando los impuestos y transfiriéndolos a esta nobleza en decadencia económica pero no militar en forma de pensiones y cargos honoríficos.

Doy por finalizada esta entrada. 05/10/2015

martes, 21 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía XI
Uno de los problemas básicos de España cuando se decide dar por terminado un período monárquico es la sustitución del rey, lo cual actualmente representa el cambio de la monarquía parlamentaria a otra forma de Estado. Curiosamente este tipo de problema es muy similar a otros como la evolución del capitalismo, el cambio de forma de la estructura familiar que estudia la psicología o la evolución del hombre.

Evidentemente, la caida de una monarquía refuerza tarde o temprano el poder de algún sector militar con poder unipersonal. Este fue el caso de Napoleón. En España, el poder no pasa directamente a ningún general excepto en casos excepcionales. Según dicen, el inicio de la guerra civil dentro de un período republicano, comenzó cuando en algunos lugares el comunismo español confiscó tierras y empresas.

Un cambio de Estado supone una sustitución de grupos de poder por otros grupos aunque a menudo la estructura básica de estas instituciones no es modificada. Durante los últimos dos mil años, España ha sido católica y en todos y cada una de las revoluciones internas o guerras, las jerarquías eclesiásticas eran sustituidas. Sin embargo, el organigrama o forma de organizarse del Vaticano no variaba.

Históricamente, la concentración de poder ha sido sustituida por la tradicional separación de poderes, ejecutivo, legislativo y judicial. Sin embargo, observamos que en todos los inicios de las sesiones parlamentarias suele aparecer el rey como representante del Estado. Son famosas las apariciones de la reina de Inglaterra en el Parlamento para dar comienzo a un nuevo año de sesiones. Esta división de poderes es normalmente aceptada en política y válida para cualquier régimen democrático basado en la voluntad popular. Sin embargo, la figura del rey supone una concentración de poder dentro de un modelo de separación de poderes lo cual puede parecer contradictorio.

Un modelo de estado tendría que tender hacia un modelo de competencia perfecta en economía. Nadie puede tener poder suficiente para imponer un precio a un producto porque el número de agentes es demasiado grande lo cual evita colusiones o acuerdos para modificar el precio. En teoría del estado, esto supondría que el poder podría estar en los ayuntamientos realizando políticas similares y no en las diputaciones o gobiernos autonómicos. Sin embargo, el mundo actual se hace más complejo y los ayuntamientos como instituciones tampoco son capaces de articular o dar respuesta a los problemas globales.

Doy por finalizada esta entrada. 02/10/2015

lunes, 20 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía X
Las autonomías están relacionadas con la monarquía ya que también representa una institución del pasado recuperada después de un período de república y dictadura. La monarquía representa también en España la máxima autoridad militar ya que el Rey es el jefe supremo de las fuerzas armadas. Sin embargo, la estrategia de defensa con base real no deja de ser un juego de posiciones y movimientos, en los que la localización y la previsión son fundamentales.

A pesar de todo, el pasado militar del país está vinculado al rey y por ello una estrategia sin monarca supone el cambio de estrategia. En Francia, se desarrollan armas como la bomba atómica o bomba H. Durante la república España tradicionalmente entra en guerra contra Marruecos. El país militarmente, sin el rey, pierde capacidad defensiva y gana capacidad ofensiva, en algunos casos con grandes pérdidas de vidas humanas, caso del desastre de Assuan, aunque esta última aseveración habría que contrastarla debidamente.

Es, desde luego, cierto que en un contexto como el actual, de debilitamiento de la monarquía o de cierta confusión con respecto al modelo de Estado óptimo o ideal para la península, las funciones constitucionales del rey resultan poco convincentes.

Otro aspecto de las ventajas de la realeza como forma de estado es su relación con las leyes. Si bien se producen vulneraciones legales, éstas no llegan al extremo de provocar conflictos armados. Durante la república, la radicalización de los partidos políticos previas a la guerra civil fue causante de conflictos ya que las leyes aprobadas eran manifiestamente contrarias al bando opositor. El rey, al ocupar el centro político, evita enfrentamientos bélicos. De hecho los únicos enfrentamientos bélicos conocidos dentro de la península fueron en el XIX las guerras carlistas, guerras declaradas para decidir derechos dinásticos de la propia monarquía.

El ordenamiento jurídico dentro de una monarquía refuerza dicha institución o al menos no la debilita o cuestiona. Un estado republicano puede por sí mismo debilitarse al entrar en conflicto con clases sociales o partidos políticos de ideologías contrarias. En algunas fotografías previas a la guerra civil hechas durante la república, Franco, aparece, curiosamente en el centro. Cuando se inicia la contienda, se desplaza hacia la derecha y la extrema derecha y cuando el período de dictadura termina con su muerte, la ideología que representaba vuelve de nuevo al centro. Adolfo Suárez crea el CDS, Centro Democrático y Social, partido que lidera la transición en España.

Doy por finalizada esta entrada. 01/10/2015

viernes, 17 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía IX
Es difícil pensar en una monarquía socialista en países ajenos a España. Sin embargo, la lucha contra los árabes y la conquista de territorios del Sur junto a la conquista del Nuevo Mundo, no pueden explicarse sin acudir a un Estado militarizado de centro izquierda. La reconquista, hay que recordar, se inicia en Asturias aunque termina creando grandes superficies de tierra que constituyen actualmente los latifundios andaluces. Sin duda, la historia de España habría que escribirla de nuevo para explicar ciertos inicios y finales de los períodos bélicos.

Las conquistas militares contra los árabes que ocupan la península durante unos 700 años tienen un inicio popular y público para terminar siendo una reconquista de carácter privado cuya remuneración consistía en las tierras recuperadas. También parece cierto que el inicio de la guerra contra el Islam tiene un carácter no laico o ajeno a Roma o la iglesiá católica para acabar siendo una especie de cruzada en la que Roma y el Papa deciden la contienda. Actualmente en Asturias hay poco fervor católico que va aumentando según nos acercamos a Andalucía.

El panorama político sobre el que la monarquía evoluciona desde los Reyes Católicos varía con el mapa de tierras conquistadas al Islam. Sin embargo, se puede decir que el Rey, en este caso Fernando e Isabel, definen una tenencia de tierras y la conquista del Nuevo Mundo, hechos que lastran o impiden también la desaparición de la monarquía en España. El rey español se convierte en emperador. Es un hecho que el mapa político español está dividido entre personas conservadoras y socialistas y existen feudos que tradicionalmente pertenecen a uno u otra ideología o bando.

Cuando la monarquía ocupa un espacio político de Estado conservador o socialista, las estructuras y las direcciones de las mismas se adaptan a dichos cambios, lo cual puede ir en contra de la voluntad popular que suele alternarse cada cuatro u ocho años, según el buen hacer de cada gobierno elegido en las urnas. Una monarquía representativa de la voluntad popular supone variaciones a largo plazo e inestabilidad estructural. La monarquía se sitúa históricamente en el centro del país con capital en Madrid y ocupa el centro del espectro político. No es casual que el centro político español haya desaparecido del mapa político.

El estado de las autonomías nace como un referente democrático sobre una base histórica ideológica llena de contrastes que algunos historiadores han denominado crisol de culturas aunque más bien parece la culminación política y geográfica de una lucha por el poder per se. Las autonomías suponían la recuperación de un poder peteneciente al pasado con proyección de futuro.

Doy por finalizada esta entrada. 30/09/2015

jueves, 16 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía VIII
Una de las funciones de la monarquía es la representación del Estado frente a terceros países. El Estado articula las instituciones al igual que la familia nuclear la sociedad. Podríamos discutir las relaciones entre monarquía y familia, monarquía y empresa o la relación entre monarquía y cambio técnico. Tampoco podemos olvidar las relaciones entre monarquía y capitalismo, monarquía y socialismo, monarquía y defensa nacional, monarquía y cultura, monarquía y educación, monarquía y fe, monarquía y ley por citar algunos aspectos de la influencia del Estado en el desarrollo y bienestar de un país.

La actual monarquía se ha situado en un caso peculiar y conflictivo si analizamos la posición con respecto a la familia. El actual rey prolonga su soltería por encima de lo razonable socialmente y contrae matrimonio con una periodista separada, anteriormente casada con un profesor universitario. La realidad no se aleja mucho de este panorama. Es desde luego cierto que las empresas suelen cerrar los ascensos profesionales a personas solteras o reacias a casarse y tienden a defender valores y estructuras tradicionales. La iglesia católica casi siempre es muy crítica con divorcios y separaciones ya que representa un "desigual" o un cambio en las relaciones de poder dentro de la sociedad, normalmente civil aunque también militar.

Sin embargo, dejaré para futuras entradas la discusión de las relaciones de la monarquía y especialmente de la monarquía española con temas tan trascendentales como el progreso técnico o la inmigración. Esencialmente el Estado tiene pocas funciones básicas aunque fundamentales para la vida y desarrollo de un país. El Estado representa la estabilidad, la estructura y en términos marxistas, la superestructura del país. Sin embargo, en el caso de la monarquía española ha venido representando la inestabilidad, el cambio y la pérdida de cierta categoría mundial. También es cierto que lo anterior ha sucedido en un contexto europeo de mediocridad e ineficacia.

A la función de representación institucional cuyos aspectos abarcan la política de estado mundial, la representación histórica y cultural, hay que añadir la dirección o asimilación de los grandes cambios mundiales además de la estrategia de defensa. En todos estos casos, la monarquía española ha sido incapaz de liderar o analizar el estrato internacional o de preveer alguno de estos cambios. A corto plazo ha buscado el lucro personal y el máximo beneficio como en el caso de las alianzas con presidentes derrocados en conflictos armados y guerras civiles caso de Libia por citar un ejemplo.

Doy por finalizada esta entrada. 29/09/2015

miércoles, 15 de febrero de 2017

c) El problema de la monarquía VII
Se discute sobre el resultado de las elecciones catalanas en las cuales el independentismo catalán ha obtenido un 48% de votos frente al 51% que desean conservar la nacionalidad española. Las monarquías parlamentarias representan el lema "el rey reina pero no gobierna". El problema está en el verbo reinar, claramente difuso y oscuro. Si reinar significa una concentración de poder lo cual fue cierto en el pasado, las funciones del rey difícilmente pueden separarse del verbo gobernar ya que el poder acabará imponiendo las normas más ventajosas para su conservación.

Dentro de una norma fundamental o norma guía de las demás como es la Constitución, las funciones y concentración del poder real tienen que estar limitadas de alguna manera. Sin embargo se intuye que ha sucedido lo contrario, las limitaciones a la concentración de poder también están poco claras o no están escritas. Las herramientas del poder suelen ser secretas o al menos no existe conciencia de que estén al servicio de alguna institución. La prensa, la radio, la televisión, las universidades, la patronal, los sindicatos o los servicios web forman parte de un gran ente o una forma de control social en el sentido de orwelliano.

Lo que leemos, vemos, comunicamos o producimos no puede servir para una concentración real del poder ya que estaríamos vulnerando la carta magna o la constitución ratificada por todos los españoles durante la transición. Dentro del trend de la historia, las monarquías desaparecen. Sin embargo, hasta que este hecho se produzca de forma natural, hay que regular o desregular funciones reales que posibilitan un aumento de poder o que alejen a la corona del concepto reinar en su sentido más moderno y democrático.

Las elecciones catalanas han sido útiles para dilucidar o clarificar cuál es el partido político más votado en un contexto de enfrentamiento, crisis y problemas ocultos. Los españoles y catalanes han optado por un cambio generacional de imagen política. La generación de la derecha conservadora actualmente tiene unos cincuenta años y nacieron en los años 60. El partido liberal más votado en Cataluña forma parte de la generación de los 80 y sus líderes rondan los treinta años. El rey actual ronda los cincuenta años.

La monarquía reina y conseguir reinar en todas las capas sociales sin realizar ninguna transferencia de recursos intergeneracional respetando principios de equidad y justicia, tendría que ser un objetivo de toda monarquía. Sin embargo, una cosa así, podría relacionarse con un inmovilismo interclase. Otra vez el concepto reinar vuelve a resultar engorroso y difícil.

Doy por finalizada esta entrada. 28/09/2015

martes, 14 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía VI
Es indudable que el modelo de Estado actual o Estado de autonomías nace con una restauración monárquica apoyada por una dictadura en los años 70. Este simple hecho hace que buena parte de la población repudie el modelo o rechace su aceptación en términos políticos. Dentro de este marco de rechazo se podrían citar o incluir los nacionalismos periféricos. Encajar dentro de un marco así el concepto de democracia se torna difícil y complejo. La democracia o voluntad popular se consigue desde una dictadura con un período llamado de transición.

España se convirtió en los años 70 en un circo lleno de payasos lo cual podría demostrarse visualmente. La transición española hizo reir posiblemente a medio planeta y a toda la clase política mundial. Sin embargo, las consecuencias de la transición han sido funestas a largo plazo ya que el enfrentamiento entre facciones e ideologías ha sido inevitable. Estos enfrentamientos han dado como resultado un nuevo panorama político y una sociedad dependiente de Europa hasta un punto en el que la dependencia se convierte en subordinación.

El estado de autonomías sigue vigente y también la constitución española que recoge derechos como el derecho al trabajo, el derecho a la vivienda o el derecho a la propia imagen. Todos estos derechos básicos y esenciales, no fundamentados en una lógica jurídica, han sido trasladados a un segundo plano con la crisis global del 2008. La propia monarquía parlamentaria recogida en la constitución española nace dentro de una dictadura y la pérdida de derechos básicos de todos los españoles le afecta de alguna manera. De hecho los derechos perdidos tienen carácter económico en un primer momento y político en un segundo.

De la misma forma que buena parte de la población ha perdido derechos básicos, la monarquía parlamentaria ha tenido que renunciar a algunos derechos políticos lo cual ha supuesto cierto debilitamiento. En el caso de España, el nacimiento de dos hijas puede entenderse como un futuro que se halla en el pasado, una antesala hacia la proclamación de la república.

Sin embargo, este análisis no deja de ser coyuntural ya que el objetivo de las entradas es emplazar la monarquía española dentro de un marco de largo alcance o muy largo plazo. La desaparición hipotética de la monarquía supone, sin duda, la desaparición del estado de autonomías tal y como hoy día lo conocemos.

Doy por finalizada esta entrada. 25/09/2015

lunes, 13 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía V
Uno de los problemas actuales y seculares de la monarquía como forma de Estado es la aparición de regiones que fueron en el pasado reinos o señoríos con deseos de proclamar la independencia. Por razones históricas y culturales, zonas como Cataluña o el País Vasco, desean crear sus propios Estados. Sin embargo, también en estos casos, encontramos múltiples instituciones y sociedades relacionadas con la monarquía.

Una monarquía parlamentaria deja de responder a sus intereses cuando teóricamente aportan más a la caja estatal de lo que reciben a corto y largo plazo. Sin embargo, esta idea tan sugerente posiblemente sea parcial y no recoge la problemática actual. El simple descontento de una sociedad puede despertar un espíritu independentista perdido en el tiempo. Las sociedades vasca y catalana proclaman derechos de soberanía con Estados débiles o en el caso de estados autoritarios. Para catalanes y vascos, la marcha de los asuntos mercantiles a escala internacional es fundamental y una dirección estatal poco eficaz del rumbo a seguir es suficiente para alimentar un deseo separatista iniciando acuerdos con países vecinos o alianzas de otro tipo.

La crisis global o mundial ha supuesto el final del independentismo vasco y el comienzo de las reivindicaciones del nacionalismo catalán. Habría que preguntarse qué parte de responsabilidad en uno y otro hecho recae en la monarquía parlamentaria como forma de Estado nacional. El final de un independentismo radical basado en la lucha armada ha coincidido con el final de una generación monárquica. El auge del nacionalismo catalán dentro de una crisis global supone la existencia de una nueva partida, un nuevo juego o estrategia en la que Cataluña pierde importancia.

Sin embargo, se podría decir que cuando una persona habla de Cataluña como nación, siempre tiene en mente la burguesía catalana por lo que los deseos nacionalistas están estrechamente relacionados con el mundo empresarial y los negocios. La Díada y otros eventos populares poco influyen en el avance de una posible autodeterminación catalana. La independencia supone a corto plazo un aumento del poder de las grandes fortunas catalanas aunque posiblemente sea difícil encajar un nuevo Estado en el mapa de Estados existente con carácter indefinido y estable.

Evidentemente, como el nacionalismo vasco, el nacionalismo catalán busca la independencia siguiendo el camino más corto lo cual no deja de tener cierta gracia. Estos casos suponen interrogarse sobre el estado de la autonomías, el bienestar de vascos y catalanes y la relación de la forma de Estado o monarquía parlamentaria con la paz social.

Doy por finalizada esta entrada. 24/09/2015

viernes, 10 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía IV
Uno de los aspectos más destacados de la monarquía británica es su fortaleza relacionada con la revolución industrial. En la Inglaterra del s.XIX, la clase aristocrática posiblemente participa como emprendedores en dicha revolución. Las clases nobiliarias ancladas en la Edad Media refutan o rechazan la revolución industrial pero también la lideran. No es extraño en aquella época encontrar explotaciones mineras cercanas a castillos feudales habitados por lores.

Para la aristocracia británica, la revolución industrial supone una revolución monetaria, una forma de aumentar sus reservas de dinero en plata, oro o cobre. Es desde luego sorprendente que una clase llena de privilegios acepte unos cambios drásticos en su entorno como la creación de fábricas, la aparición de asalariados, el trabajo infantil, la aparición de la contaminación atmosférica...etc. Podría decirse que la revolución industrial es, en aquel momento, rápida e imparable. La clase nobiliaria acepta dichos cambios y se adapta a ellos. El rey como representante de dicha clase social también acepta los cambios e intenta controlarlos.

En España, la revolución industrial sacude la conciencia nacional cuando se pierde Cuba y Filipinas. El imperio empieza a resquebrajarse y desaparecer ya que la revolución industrial sitúa a los países incipientemente industrializados como líderes mundiales. Las instituciones que frenan los intentos de industrialización desaparecen tardíamente como la Mesta o la Santa Inquisición. El sector primario, maderero, agrícola y ganadero no deja aparecer al sector secundario. Los barcos siguen siendo de madera y esta segunda Edad de Hierro que produce el telar o el ferrocarril no es absorbida o aceptada.

En Inglaterra, los lores como el economista Ricardo, lideran tradicionalmente el mundo de la economía y analizan conceptos como la renta de la tierra o el sistema impositivo y también aconsejan sobre la idoneidad de las importaciones y exportaciones nacionales. El liberalismo de Adam Smith no es capaz intelectualmente de superar a Ricardo y la clase aristocrática en cierto sentido coge y analiza la ola de la revolución industrial. Los temas de economía en España no tienen tanta importancia como en Inglaterra ya que los recursos naturales son mayores.

La burguesía industrial en Inglaterra, desde esta perspectiva, contiene elementos de la aristocracia y rasgos típicamente burgueses similares a otros países. La monarquía británica crece con el país y el pib y deja de ser aristócrata para convertirse en lo que observamos a diario políticamente, un régimen bicameral de lores y comunes, con caminos o vías de comunicación entre sí. En cierto sentido, la monarquía británica representa una vida aristócrata de la burguesía y una vida burguesa de la aristocracia. En España una situación similar sólo ha sido posible a través de vínculos matrimoniales, normalmente de aristócratas arruinados con burgueses acaudalados.

Doy por finalizada esta entrada. 23/09/2015

jueves, 9 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía III
El problema de la monarquía supone discutir sobre la mejor forma de Estado para el propio Estado. No voy a discutir sobre la definición de Estado a pesar de que cualquier definición sea discutible. El Estado normalmente está asociado a lo estable o permanente, a una referencia sólida con el pasado histórico y cultural y posiblemente también a una referencia con el futuro.

Es desde luego cierto que el Estado español o monarquía parlamentaria ha girado hacia formas poco unificadoras vía vínculos matrimoniales. Un rey presumiblemente conservador y liberal que contrae matrimonio con una persona de Asturias zona tradicionalmente roja o de izquierdas supone la creación de un Estado rojiblanco que mundialmente puede funcionar pero que nacionalmente representa a pocas personas además de crear conflictos de difícil solución.

Esta forma de Estado, hay que añadir, pudiera ser falsa o no ser exacta aunque sí sería una imagen aproximada de la realidad internacional de la monarquía española. Desde esta perspectiva habría que analizar también los ingredientes populares de la monarquía, los empresariales o aquellos aspectos institucionales. La boda real, la educación real, los actos públicos, el presupuesto de la casa real o la administración de empresas públicas y privadas de carácter monárquico, toman desde este punto de vista un color ciertamente minoritario y problemático. La gestión ineficaz de los grandes proyectos se instala en la vida empresarial.

Incluso la abdicación real se torna en un nuevo problema ya que no hay antecedentes de un hecho similar en España. Posiblemente un rey de consenso nacional no puede abdicar o si abdica no traspasa poderes institucionales hasta que muere, por lo que la abdicación fue una cambio de imagen de poco rigor histórico. Es, según dicen, cierto que los reyes de avanzada de edad entran en bucles repetitivos de rutinas y conductas.

Desde esta entrada del blog se cuestiona un país que se mueve como la novela "Hombre rico, hombre pobre" que narra la historia de dos hermanos, uno que no sale de pobre y otro que se enriquece vía matrimonial como ejecutivo de unos grandes almacenes. La idea de riqueza o pobreza tampoco están bien definidas en la novela. La idea de unificar el país o llevar a personas de raices comunistas hacia una clase media supone una quiebra del bienestar si el país no observa un crecimiento sostenido y un desarrollo claro, lo cual se revela complejo o poco probable a pesar de que los medios y el ministerio de economía aseguren lo contrario.

Un Estado así rompe o fractura una jerarquía social cuyos premios o nivel de vida se establecen por la capacidad o mérito individual, la calidad y capacidad laboral o la inteligencia individual o colectiva.

Doy por finalizada esta entrada. 22/09/2015

miércoles, 8 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía II
Hago otra entrada relacionada con el problema de la monarquía. Desde una perspectiva marxista, la monarquía cae dentro de la dinámica de lucha de clases. La máquina y las empresas observan una institución monárquica opuesta a sus intereses. Los reinos en el pasado dentro de la península ibérica eran numerosos y el capitalismo busca zonas geográficas más extensas en las que establecer un mercado. Un mercado mayor supone mayores beneficios.

Sin embargo las ideas marxistas no superan la realidad observada. Allí donde nació la máquina industrial existe la monarquía más fuerte del continente y la unión de reinos que tenían que suponer un mayor mercado no se produce después de la revolución industrial sino en el s. XVI, con el inicio del imperio español.

El final de una monarquía tiene múltiples causas y puede producirse en distintos países aunque como escribí en la entrada anterior, la monarquía tiende a desaparecer en Europa. En la Rusia de los zares, la caida del último zar es causada por malas alianzas internacionales, enfrentamientos contra países asiáticos y el fracaso de grandes proyectos de desarrollo. El útlimo zar se mueve política y militarmente aconsejado por Alemania, enfrentándose a China e invirtiendo y desarrollando proyectos como los dirigibles.

Es cierto que la institución monárquica es recuperada en ocasiones. La expulsión del Rey supone un vacío de alguna naturaleza que se intenta paliar con reyes de importación como Amadeo de Saboya en el caso de España. La realidad es que la institución monárquica está en múltiples sociedades culturales o deportivas. Por ejemplo todos los equipos cuyo nombre comienza con la palabra Real, están asociados a la monarquía. Las agrupaciones musicales o de intelectuales, la arquitectura, los arcos de triunfo y otros edificios protegidos fueron erigidos o creados por la institución monárquica.

Sin embargo, al final de la guerra civil en el 39, se elige una dictadura y no se llama a ningún sucesor del Rey. Los principales líderes del bando nacional, grandes industriales y terratenientes admiten que el país requiere de un poder centralizado pero huyen del poder monárquico. Existen en este caso clases sociales vinculadas históricamente a la monarquía que reniegan de la misma por ineficaz, anacrónica o simplemente porque no se ajusta a sus intereses.

En cierto sentido, los instrumentos de poder de una monarquía como la española dejan de funcionar o no responden a los problemas del país. La desaparición de las instituciones monárquicas en Europa posiblemente obedecen a este hecho y se valora la solución de los problemas sociales y económicos por encima del valor de la seguridad o protección frente a un enemigo exterior.

Doy por finalizada esta entrada. 21/09/2015

martes, 7 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía I
Una forma de Estado como la monarquía parlamentaria fue una solución en el pasado y se encuentra recogida en la Constitución española en vigor. Normalmente una forma de Estado no es un problema hasta que buena parte de la población decide lo contrario. La monarquía parlamentaria nace por consenso como forma de superar una dictadura en los años 70. Sin embargo, las monarquías en Europa son ciertamente regresivas con el auge de la idea de nación en el s. XIX.

La monarquía representa una idea centralizadora de poder, una defensa de los derechos nobiliarios que datan de la Edad Media y un sistema ofensivo defensivo que se mueve por y para el Rey. La monarquía más fuerte en Europa es la británica y esta fortaleza está asociada al nacimiento de la Revolución Industrial en el Reino Unido en el siglo XVIII. Las monarquía británica conserva buena parte del poder que tenía en el s.XIX.

En Francia, la monarquía cae contra principios como la libertad o la igualdad. Un poder centralizado suele estar en contra de la libertad individual o la igualdad entre clases. El sistema capitalista que nace de la Revolución Industrial requiere de libertad, esencialmente mercantil sin embargo crea una nueva clase social, la burguesía que aleja y acerca a la sociedad del principio de igualdad. Esta nueva clase social es un escalón entre las clases que existían con anterioridad, la clase aristocrática y los siervos de la gleba. En cierto sentido se crea una clase intermedia defensora de sus intereses comerciales e industriales.

Excepto Bélgica y algún otro país, todos los países de Europa Occidental han superado o dejado atrás en el tiempo, la monarquía. En España, la monarquía es sustituida por la República. La República representa el imperio de la ley por lo que el cambio desde la monarquía hacia la república supone una situación previa de inestabilidad e ineficacia de las instituciones judiciales o una continua vulneración de leyes que produce una atmósfera de anarquía global.

Es desde luego cierto que una institución anclada en la Edad Media es poco proclive al cambio. Cualquier modificación o cambio social o político podría poner en peligro su statu quo. La reacción ante un peligro así es la puesta en marcha de todas las herramientas de control social a su alcance, radio, prensa, televisión, organizaciones políticas, sindicales, patronales, culturales, institucionales etc.

Doy por finalizada esta entrada. 18/09/2015