(c) El problema de la monarquía VI
Es indudable que el modelo de Estado actual o Estado de autonomías nace con una restauración monárquica apoyada por una dictadura en los años 70. Este simple hecho hace que buena parte de la población repudie el modelo o rechace su aceptación en términos políticos. Dentro de este marco de rechazo se podrían citar o incluir los nacionalismos periféricos. Encajar dentro de un marco así el concepto de democracia se torna difícil y complejo. La democracia o voluntad popular se consigue desde una dictadura con un período llamado de transición.
España se convirtió en los años 70 en un circo lleno de payasos lo cual podría demostrarse visualmente. La transición española hizo reir posiblemente a medio planeta y a toda la clase política mundial. Sin embargo, las consecuencias de la transición han sido funestas a largo plazo ya que el enfrentamiento entre facciones e ideologías ha sido inevitable. Estos enfrentamientos han dado como resultado un nuevo panorama político y una sociedad dependiente de Europa hasta un punto en el que la dependencia se convierte en subordinación.
El estado de autonomías sigue vigente y también la constitución española que recoge derechos como el derecho al trabajo, el derecho a la vivienda o el derecho a la propia imagen. Todos estos derechos básicos y esenciales, no fundamentados en una lógica jurídica, han sido trasladados a un segundo plano con la crisis global del 2008. La propia monarquía parlamentaria recogida en la constitución española nace dentro de una dictadura y la pérdida de derechos básicos de todos los españoles le afecta de alguna manera. De hecho los derechos perdidos tienen carácter económico en un primer momento y político en un segundo.
De la misma forma que buena parte de la población ha perdido derechos básicos, la monarquía parlamentaria ha tenido que renunciar a algunos derechos políticos lo cual ha supuesto cierto debilitamiento. En el caso de España, el nacimiento de dos hijas puede entenderse como un futuro que se halla en el pasado, una antesala hacia la proclamación de la república.
Sin embargo, este análisis no deja de ser coyuntural ya que el objetivo de las entradas es emplazar la monarquía española dentro de un marco de largo alcance o muy largo plazo. La desaparición hipotética de la monarquía supone, sin duda, la desaparición del estado de autonomías tal y como hoy día lo conocemos.
Doy por finalizada esta entrada. 25/09/2015
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