(c) El problema de la monarquía III
El problema de la monarquía supone discutir sobre la mejor forma de Estado para el propio Estado. No voy a discutir sobre la definición de Estado a pesar de que cualquier definición sea discutible. El Estado normalmente está asociado a lo estable o permanente, a una referencia sólida con el pasado histórico y cultural y posiblemente también a una referencia con el futuro.
Es desde luego cierto que el Estado español o monarquía parlamentaria ha girado hacia formas poco unificadoras vía vínculos matrimoniales. Un rey presumiblemente conservador y liberal que contrae matrimonio con una persona de Asturias zona tradicionalmente roja o de izquierdas supone la creación de un Estado rojiblanco que mundialmente puede funcionar pero que nacionalmente representa a pocas personas además de crear conflictos de difícil solución.
Esta forma de Estado, hay que añadir, pudiera ser falsa o no ser exacta aunque sí sería una imagen aproximada de la realidad internacional de la monarquía española. Desde esta perspectiva habría que analizar también los ingredientes populares de la monarquía, los empresariales o aquellos aspectos institucionales. La boda real, la educación real, los actos públicos, el presupuesto de la casa real o la administración de empresas públicas y privadas de carácter monárquico, toman desde este punto de vista un color ciertamente minoritario y problemático. La gestión ineficaz de los grandes proyectos se instala en la vida empresarial.
Incluso la abdicación real se torna en un nuevo problema ya que no hay antecedentes de un hecho similar en España. Posiblemente un rey de consenso nacional no puede abdicar o si abdica no traspasa poderes institucionales hasta que muere, por lo que la abdicación fue una cambio de imagen de poco rigor histórico. Es, según dicen, cierto que los reyes de avanzada de edad entran en bucles repetitivos de rutinas y conductas.
Desde esta entrada del blog se cuestiona un país que se mueve como la novela "Hombre rico, hombre pobre" que narra la historia de dos hermanos, uno que no sale de pobre y otro que se enriquece vía matrimonial como ejecutivo de unos grandes almacenes. La idea de riqueza o pobreza tampoco están bien definidas en la novela. La idea de unificar el país o llevar a personas de raices comunistas hacia una clase media supone una quiebra del bienestar si el país no observa un crecimiento sostenido y un desarrollo claro, lo cual se revela complejo o poco probable a pesar de que los medios y el ministerio de economía aseguren lo contrario.
Un Estado así rompe o fractura una jerarquía social cuyos premios o nivel de vida se establecen por la capacidad o mérito individual, la calidad y capacidad laboral o la inteligencia individual o colectiva.
Doy por finalizada esta entrada. 22/09/2015
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