miércoles, 8 de febrero de 2017

(c) El problema de la monarquía II
Hago otra entrada relacionada con el problema de la monarquía. Desde una perspectiva marxista, la monarquía cae dentro de la dinámica de lucha de clases. La máquina y las empresas observan una institución monárquica opuesta a sus intereses. Los reinos en el pasado dentro de la península ibérica eran numerosos y el capitalismo busca zonas geográficas más extensas en las que establecer un mercado. Un mercado mayor supone mayores beneficios.

Sin embargo las ideas marxistas no superan la realidad observada. Allí donde nació la máquina industrial existe la monarquía más fuerte del continente y la unión de reinos que tenían que suponer un mayor mercado no se produce después de la revolución industrial sino en el s. XVI, con el inicio del imperio español.

El final de una monarquía tiene múltiples causas y puede producirse en distintos países aunque como escribí en la entrada anterior, la monarquía tiende a desaparecer en Europa. En la Rusia de los zares, la caida del último zar es causada por malas alianzas internacionales, enfrentamientos contra países asiáticos y el fracaso de grandes proyectos de desarrollo. El útlimo zar se mueve política y militarmente aconsejado por Alemania, enfrentándose a China e invirtiendo y desarrollando proyectos como los dirigibles.

Es cierto que la institución monárquica es recuperada en ocasiones. La expulsión del Rey supone un vacío de alguna naturaleza que se intenta paliar con reyes de importación como Amadeo de Saboya en el caso de España. La realidad es que la institución monárquica está en múltiples sociedades culturales o deportivas. Por ejemplo todos los equipos cuyo nombre comienza con la palabra Real, están asociados a la monarquía. Las agrupaciones musicales o de intelectuales, la arquitectura, los arcos de triunfo y otros edificios protegidos fueron erigidos o creados por la institución monárquica.

Sin embargo, al final de la guerra civil en el 39, se elige una dictadura y no se llama a ningún sucesor del Rey. Los principales líderes del bando nacional, grandes industriales y terratenientes admiten que el país requiere de un poder centralizado pero huyen del poder monárquico. Existen en este caso clases sociales vinculadas históricamente a la monarquía que reniegan de la misma por ineficaz, anacrónica o simplemente porque no se ajusta a sus intereses.

En cierto sentido, los instrumentos de poder de una monarquía como la española dejan de funcionar o no responden a los problemas del país. La desaparición de las instituciones monárquicas en Europa posiblemente obedecen a este hecho y se valora la solución de los problemas sociales y económicos por encima del valor de la seguridad o protección frente a un enemigo exterior.

Doy por finalizada esta entrada. 21/09/2015

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